Asentimiento

Qué días los que nos miran,
nos miran desde nuestros espejos y juzgan.

Son nuestros los rostros que aborrecen el retrato,
nuestros los pies arrastrados a la mansedumbre.
Son nuestras las camisas que nos atan a la silla,
que nos impiden abrazar al hermano y seguir como
uno solo.

Cuál será la cara de la moneda;
qué diría el pasado si nos viese.